viernes, 19 de agosto de 2016

bienestar


La Niña, la Piedra y el Caballo
Cuentan que, en cierta ocasión, entró una niña en el taller de un escultor.  Por un largo rato, estuvo disfrutando de todas las cosas asombrosas de taller: martillos, cinceles, pedazos de esculturas desechadas, bocetos, bustos, troncos…, pero lo que más impresionó a la niña fue una enorme piedra en el centro del taller.  Era una piedra tosca, llena de magulladuras y heridas, desigual, traída en un penoso y largo viaje desde la lejana sierra. La niña estuvo acariciando con sus ojos la piedra y, al rato, se marchó.  
Volvió la niña al taller a los pocos meses y vio sorprendida que, en el lugar de la enorme piedra, se erguía un hermosísimo caballo que parecía ansioso de liberarse de la fijeza de la estatua y ponerse a galopar.  La niña se dirigió al escultor y le dijo:
-¿Cómo sabías tú que dentro de esa piedra se escondía ese caballo?








Es educador quien no ve en cada alumno
la piedra tosca y desigual que vemos los demás,
sino la obra de arte que se esconde dentro de cada uno de ellos

Educar Valores y el Valor de Educar